lunes, 25 de abril de 2011

El Plan General de Ordenación Urbana. Una oportunidad perdida para Irun.

Hace un año se aprobaban por unanimidad los Objetivos para la Revisión del PGOU. Se había conseguido que rectificaran aspectos desarrollistas del Avance ( reduciendo la clasificación de nuevos suelos, también afecciones a caserios y explotaciones agropecuarias, cambiando la ubicación para la estación de autobuses, respetando el valle de Olaberria...), y estableciendo compromisos, que sin ser los que proponíamos se acercaban en algo (posibilidad de incrementar las viviendas públicas, compromiso de viviendas de alquiler, dejar a su estudio la posibilidad de ampliar o instalar gran superficie comercial en Sasikoburua, establecer en los suelos para actividades económicas tratamientos distintos, tipo nido, industrial, parque tecnológico...con el compromiso de obtener mayor rentabilidad en los nuevos suelos...). Eso nos permitió hacer una valoración global positiva y apoyar.

Sin embargo, llegada la Aprobación Inicial, en Pleno del día 22 de marzo, se produce un cambio. En vez de avanzar en estos objetivos, unos no se concretan y en otros se retrocede. No concreta en que ámbitos residenciales se espera superar el mínimo legal de viviendas públicas, ni especifica como y donde se van a materializar las viviendas de alquiler; la "posibilidad de estudiar" la amplaición del centro comecial se ha transformado en "primer objetivo"; en los suelos para actividades económicas se establece una calificación global genérica aplazando la pormenorizada, sin cuestionar una gestión que considetramos errónea, con criterios de mercado; y el estudio financiero prevé financiar proyectos en base a la obtención de plusvalías a obtener de las viviendas libres, con muchas posibilidadaes de transformar las viviendas de alquiler, los parques y equipamientos, en proyectos virtuales. 

Un paso que en vez de acercarnos a los objetivos nos aleja. Si a eso añadimos aspectos que no compartiamos como la ordenación para la zona de Gal, con traslado de estadio incluido, la decisión unilateral para la ubicación de la biblioteca en un parking, y una sola opción dudosa para el traslado de las instalaciones de Plaiaundi... resulta evidente, que aún teniendo aspectos positivos, no es el PGOU que la ciudad necesita.

No es verdad que se haya roto la unanimidad por la proximidad de las elecciones, al menos en lo que respecta a nosotros, sino porque se aleja de objetivos del anterior documento, y sobre el que existen diferencias. Diferencias que hemos puesto de manifiesto ahora y que continuaran después de las elecciones, independientemente del tiempo de exposición pública, dos o cuatro meses. Una oportunidad perdida para avanzar en la disposición de un instrumento urbanístico que nos acerque a una ciudad más justa, sostenible, equipada, amable y confortable.