Entre los puntos del orden del día del Pleno de este mes de mayo, se someterá a aprobación un Convenio Urbanístico relacionado con el solar trasero de la Biblioteca Ikuts-Alai, que podemos observar en la foto que ilustra este artículo y de 2510 m2.
Este solar estaba destinado según el Plan General vigente a la ampliación de la biblioteca por el sistema de expropiación. Sin embargo, el gobierno municipal decidió unilateralmente cambiar de criterio y ubicar la biblioteca en Pza. de San Juan, aspecto que recoge el documento de Revisión del PGOU. En consecuencia, la expropiación no se realizó, y el propietario recurrió a los tribunales que le han dado en gran parte la razón, sentenciando que se le expropie por 1.086.000 euros.
Ahora, el ayuntamiento llega a un acuerdo con el propietario, y en eso consiste el Covenio, que supone:
- cambiar el solar de equipamiento de uso público a residencial en una zona centrica, con un incremento de aprovechamientos, no sólo respecto al PGOU vigente sino también respecto al documento de Revisión del PGOU, en total supone 4.150 m2 sobre rasante y 3.750 bajo rasante.
- no realizar el 40% de viviendas públicas que establece la Ley del Suelo, las 50 viviendas seran libres, en base al argumento de que se haran en otro ámbito. La experiencia nos dice que no se hacen.
- comprar un suelo de 16.000 m2 por 330.000 euros al mismo propietario en Urdanibia Zubieta, que si bien en la Revisión del PGOU se califica como suelo para actividades económicas, en estos momentos no corre ninguna prisa ni necesidad de adquirirlo.
- a cambio el propietario suspende continuar con el procedimiento judicial.
Este mal Convenio, que incrementa el aprovechamiento privado en pleno centro, sin viviendas públicas, comprando otro suelo que hoy no es necesario, es consecuencia de la posición de fuerza adquirida por un particular en función de unos derechos adquiridos en el planeamiento que el propio ayuntamiento realizó.
En otras palabras, el ayuntamiento, que tiene la potestad de atribuir usos a los suelos, calificándolos en el planeamiento, al hacerlo mal, cambiando de criterio, ocasiona un beneficio a un particular y perjudica el interés general de la ciudad.